Últimas noticias: Elon Musk enfrenta críticas de los furiosos fans de Taylor Swift por comentarios “vulgares”; los pedidos de cancelación se hacen cada vez más fuertes.

Elon Musk, el multimillonario provocador y CEO de Tesla, ha desatado una polémica tras una serie de comentarios groseros sobre la superestrella del pop Taylor Swift que se viralizaron en X esta mañana. Los comentarios, publicados hace apenas unas horas, han desatado una oleada de indignación entre los fans más fieles de Swift —los Swifties—, lo que ha provocado una auténtica revuelta digital, el desplome de las acciones de Tesla y crecientes demandas de que Musk sea “cancelado” de una vez por todas. Lo que empezó como una típica diatriba de Musk se ha convertido en un choque cultural que acapara titulares en todo el mundo.

El problema empezó a las 8:47 a. m. CST cuando Musk, de 53 años, abrió un hilo, ahora eliminado, en X, su red social predilecta. En respuesta a un fan que elogiaba  la gira récord Eras de Swift —que recaudó más de 2 mil millones de dólares en 2024—, Musk escribió: «Taylor es solo una marioneta corporativa con una voz como la de un gato chillón. Sus fans son ovejas con el cerebro lavado; patético». Minutos después, redobló la apuesta con: «Prefiero escuchar el zumbido de un motor de Tesla que sus quejas sobre sus exes. Sobrevalorado». Las publicaciones, capturadas por miles de personas antes de ser borradas, se extendieron como la pólvora, acumulando 10 millones de visitas en menos de una hora.

Los fans de Taylor Swift, conocidos por su incansable devoción, no dudaron en tomar represalias. A las 9:30 a. m., #CancelElonMusk era tendencia mundial, con Swifties inundando X con memes, insultos y amenazas de boicot. “Elon es un troll celoso que no puede con el poder de Taylor”, tuiteó un fan, junto a una foto de los premios Grammy de Swift eclipsando los de Musk. Otro escribió: “Está enojado porque sus autos chocan más que sus relaciones; siéntate, perdedor”. La reacción no se limitó a las redes sociales: los manifestantes se congregaron frente a la sede de Tesla en Austin al mediodía, ondeando carteles que decían “Swifties vs. Musk” y “Respeto a la Reina”.

Swift, de 35 años, no ha respondido directamente, pero su silencio lo dice todo. Fuentes cercanas a la cantante afirman que está “disgustada, pero no sorprendida” por el arrebato de Musk. “Taylor está acostumbrada a los haters, pero esto fue bajo incluso para él”, nos dijo una fuente. “Está dejando que sus fans lo gestionen, y lo están haciendo de maravilla”. De hecho, el ejército de Swiftie se ha movilizado con precisión, lanzando peticiones para vetar a Musk de X e instando a marcas como Pepsi (patrocinadora de Swift) a romper vínculos con Tesla.

Las consecuencias financieras ya son dolorosas. Las acciones de Tesla cayeron un 7% al mediodía, perdiendo 50.000 millones de dólares en valor de mercado, un golpe que los analistas atribuyen a la reacción negativa contra Swiftie. “Sus fans no solo son ruidosos, sino que tienen poder adquisitivo”, afirmó la experta en mercados Jenna Carter. “Esto no es un contratiempo de relaciones públicas; es una pesadilla de ingresos”. Los informes también sugieren que el equipo de Swift está considerando emprender acciones legales, con la posibilidad de “difamación”.

Musk, siempre dispuesto a ceder, avivó la polémica con una publicación posterior a las 10:15: “Lloren más fuerte, Swifties. La verdad duele”. La acompañó con un emoji de risa y un enlace al último anuncio de Cybertruck de Tesla, aparentemente imperturbable ante el caos. Pero fuentes cercanas dicen que está desconcertado. “Elon se nutre de la atención, pero esto se está descontrolando”, susurró un ejecutivo de Tesla. “No esperaba que los Swifties golpearan tan fuerte, ni tan rápido”.

Las raíces de la disputa podrían remontarse a una disputa en 2024, cuando Swift apoyó una iniciativa climática que Musk calificó de “tonterías hippies”. Sus personalidades opuestas —el imperio refinado y centrado en los fans de Swift frente al caos desenfrenado y antisistema de Musk— ahora han chocado frontalmente. “Se equivocó de pelea”, dijo el analista de cultura pop Mark Rivera. “Los fans de Taylor son una máquina. Lo enterrarán en hashtags y perjudicarán sus ganancias”.

Al mediodía, la ofensiva de Swifties se había convertido en una campaña de cancelación a gran escala. Una petición en Change.org titulada “Exigir responsabilidades a Elon Musk” reunió 200.000 firmas, exigiendo a X que suspendiera su cuenta por “incitación al odio”. Swifties de renombre como Jack Antonoff y Selena Gomez avivaron la polémica, con Antonoff tuiteando: “Elon es un payaso que se estrellaría sin sus bots”. Mientras tanto, #BoycottTesla era tendencia, ya que los fans prometían deshacerse de los productos de Musk, desde los Tesla hasta las suscripciones a Starlink.

La influencia cultural de Swift es innegable. Su álbum de 2024,  Evermore: Redux,  vendió 3 millones de copias en una semana, y su gira arrasó en Ticketmaster dos veces. Musk, con un patrimonio neto de 240 000 millones de dólares, tampoco es invencible; los ingresos publicitarios de su plataforma X se han desplomado un 20 % desde su adquisición en 2022. «Esta podría ser la gota que colme el vaso de sus relaciones públicas», añadió Rivera. «Los Swift no perdonan».

Mientras la situación se calma, todas las miradas están puestas en Swift. ¿Responderá con una canción ofensiva —quizás un “Bad Blood 2.0″— o dejará que sus fans terminen el trabajo? Musk, mientras tanto, se enfrenta a una encrucijada: redoblar sus esfuerzos o disculparse, una decisión que rara vez ha tomado. Según informes, la junta directiva de Tesla está furiosa, con rumores de una reunión de emergencia para mitigar los daños.

Por ahora, las Swifties reinan, convirtiendo el comentario “vulgar” de Musk en una advertencia. Una cosa está clara: subestimar el imperio de Taylor Swift es un error de mil millones de dólares, y Elon Musk lo está aprendiendo a las malas.

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