Elon Musk critica la “máquina de la muerte” de 27 kilómetros de la Tierra que se creía que podría destruir a la humanidad.

Elon Musk no es ajeno a las ideas descabelladas ni a los momentos dignos de memes. Pero cuando llamó al acelerador de partículas más grande del mundo una “tecnología demoníaca”, no fue solo otro chiste sobre X. Su comentario despertó curiosidad, despertó viejas conspiraciones y reavivó los temores sobre una de las herramientas más poderosas de la ciencia: el Gran Colisionador de Hadrones del CERN.Anuncio

El Colisionador de Hadrones es un anillo subterráneo de 27 kilómetros ubicado cerca de Ginebra, Suiza. Fue construido para colisionar partículas a alta velocidad y ayudar a los científicos a comprender el universo. En 2012, contribuyó al descubrimiento del bosón de Higgs, un gran paso para comprender por qué las partículas tienen masa. Si bien muchos lo consideraron un logro científico, otros se mostraron recelosos. Con el paso de los años, el colisionador se ha convertido en un imán para teorías extravagantes y predicciones apocalípticas.

El comentario de Musk y el efecto meme

En 2022, cuando el CERN reinició el Gran Colisionador de Hadrones tras una actualización, el interés volvió. Y también el miedo. Justo a tiempo, Musk publicó un meme críptico que decía: «Por favor, déjenme usar el Gran Colisionador de Hadrones del CERN. Soy normal y se me puede confiar una tecnología demoníaca como ninguna otra que el mundo haya visto jamás».

Internet se incendió. Algunos usuarios se rieron, mientras que otros interpretaron el mensaje entre líneas. Musk no dijo que la máquina fuera malvada, pero el tono del comentario, sumado a su influencia global, le dio peso. De repente, las teorías conspirativas volvieron con fuerza, esta vez con la voz de Musk impulsando su difusión, aunque sin querer.

La frase “máquina de la muerte” volvió a ser tendencia . Bromas y preocupación genuina se mezclaron. Algunos usuarios señalaron el logotipo del CERN, afirmando que se parecía al ” 666 “. Otros se preguntaban en voz alta si el colisionador podría abrir portales o destruir la Tierra. El meme había desatado algo más profundo.

Ginebra, Suiza, 10 de marzo de 2018. Globo de Ciencia e Innovación en el centro de investigación CERN, sede del Gran Colisionador de Hadrones (LHC). La escultura fue diseñada por la artista canadiense Gayle Hermick.
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El auge de las conspiraciones en el CERN

El CERN ha sido objeto de rumores extraños durante mucho tiempo. Algunos creen que los científicos ocultan secretos peligrosos. Otros afirman que podría abrir agujeros negros o desgarrar el universo. Si bien ninguna de estas teorías tiene respaldo científico, ha sido difícil desmentirlas.

Una afirmación común es que el CERN está involucrado en la adoración al diablo. Puede parecer descabellado, pero es una creencia real en ciertos círculos. Los argumentos son los siguientes: el logotipo del CERN se asemeja al «666» y la estatua de Shiva en las instalaciones se considera un símbolo de destrucción. En realidad, la estatua fue un regalo de la India y representa el ciclo de creación y cambio, una metáfora adecuada para la ciencia. Sin embargo, los escépticos lo ven de otra manera.

En 2016, surgió un video que mostraba un ritual “falso ” realizado cerca de la estatua de Shiva por personas con capas negras. El CERN confirmó que fue una broma de sus empleados, pero eso no impidió que el video alimentara la narrativa. Sumado al misterioso propósito y la enorme escala del Colisionador de Hadrones, estas teorías se desarrollaron con facilidad.

Aunque los científicos han desmentido estas afirmaciones una y otra vez, aún persisten en los rincones más oscuros de internet. El tuit de Musk, por muy jocoso que fuera, infundió nueva energía a esas ideas.

Miedo, influencia y la necesidad de una ciencia clara

Musk dirige empresas que exploran el espacio, desarrollan IA y excavan túneles bajo las ciudades. Es un visionario, pero también una voz poderosa en la cultura tecnológica. Por eso, cuando comparte un chiste sobre tecnología ” demoníaca” , se hace notar. Muchos admiran su ingenio, pero otros lo toman más en serio de lo que él pretende.

Este momento nos recuerda cómo los memes y la influencia pueden moldear la opinión pública. Un chiste puede convertirse en titular. Una publicación puede revivir un rumor que llevaba tiempo muerto. Y cuando eso sucede, afecta la percepción que la gente tiene de la ciencia.

Mientras tanto, los científicos insisten en que el Gran Colisionador de Hadrones es seguro. No puede abrir portales ni invocar nada. No destruirá la Tierra. Su función es ayudarnos a comprender mejor el funcionamiento del universo, nada más y nada menos. Y hasta ahora, la máquina ha funcionado durante años sin incidentes.

Ginebra / Suiza - Abril de 2010: CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear, donde se detectó el bosón de Higgs en 2012 en los experimentos ATLAS y CMS, realizados con el acelerador LHC.
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Aun así, cuando figuras públicas como Musk hablan, sus palabras tienen un impacto real. Los titulares también. Por eso es tan importante una comunicación clara sobre ciencia. Los temas complejos deben compartirse de forma comprensible para la gente, sin dramatismo ni miedo.

Mirando hacia el futuro

Entonces, ¿deberíamos temerle al Gran Colisionador de Hadrones del CERN? Muchos creen que la ciencia es sólida y la tecnología innovadora, pero no peligrosa. Está ayudando a los físicos a responder algunas de las preguntas más importantes.

Sin embargo, debemos ser cautelosos con la rapidez con la que se propaga la desinformación. Es más fácil que nunca que un meme se convierta en un movimiento. Para algunos, el comentario de Musk fue gracioso. Para otros, confirmó temores arraigados. Ese es el poder de las redes sociales, especialmente cuando alguien con influencia global pulsa “publicar”.

Yogyakarta, Indonesia, 25 de julio de 2023: En esta ilustración fotográfica, se puede ver el nuevo logotipo de Twitter en la pantalla de un dispositivo.
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A medida que la tecnología evoluciona, la gente seguirá planteándose preguntas difíciles. Eso es bueno. Pero esas preguntas deberían conducir a hechos, no al miedo. Podemos bromear sobre “máquinas demoníacas”, pero también debemos confiar en los expertos y ver más allá de los memes.

Reflexiones finales

El comentario de Elon Musk sobre el Gran Colisionador de Hadrones pudo haber sido una broma, o quizás una sutil reflexión sobre cómo los humanos abordamos la tecnología poderosa. En cualquier caso, desató mucha conversación sobre uno de los experimentos científicos más ambiciosos del mundo.

El propio colisionador sigue siendo fuente de asombro y, para algunos, de inquietud. Ayuda a los científicos a comprender mejor el funcionamiento del universo, pero no todos comprenden plenamente su función. Esa brecha entre la ciencia y la percepción pública a menudo da lugar a especulaciones, y cuando las cosas parecen confusas, es fácil que la gente empiece a hacer conjeturas o a preocuparse.

A medida que la tecnología evoluciona, es normal que la gente tenga sentimientos encontrados. Ya sea que vean el Gran Colisionador de Hadrones como un triunfo o un misterio, algunos dudan de su verdadera función subterránea.

Al final, vale la pena hacerse preguntas, pero también explorar las respuestas desde múltiples perspectivas. Ya sea que te sientas emocionado, escéptico o algo intermedio, tú decides.

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