
Es una práctica que muchos admiten hacer, pero ¿es realmente inofensiva? Este artículo explora tanto los beneficios como los posibles perjuicios de orinar en la ducha, un tema que despierta curiosidad y polémica. A continuación, analizamos los aspectos más destacados de esta práctica desde diferentes perspectivas.
Beneficios de orinar en la ducha
- Tratamiento de infecciones por hongos
La orina es conocida por tener propiedades antimicrobianas leves. En casos de infecciones por hongos en los pies, como el pie de atleta, la aplicación de orina sobre la piel afectada puede ayudar a reducir los síntomas debido a su contenido de urea y su capacidad para eliminar bacterias y hongos. Aunque esto no sustituye un tratamiento médico, algunas personas reportan alivio temporal. - Calma y alivio para la piel
La urea, un componente presente en la orina, es un ingrediente común en muchas cremas hidratantes y productos dermatológicos. Orinar en la ducha puede ayudar a suavizar las zonas secas o irritadas de la piel, brindando un efecto calmante. Es una forma rápida de aprovechar este compuesto sin gastar en productos comerciales. - Fortalecimiento del suelo pélvico (para mujeres)
La acción de detener y reanudar el flujo de orina involucra los músculos del suelo pélvico, cruciales para evitar problemas como la incontinencia urinaria. Al hacerlo ocasionalmente en la ducha, las mujeres pueden aprovechar la oportunidad para ejercitar estos músculos, contribuyendo al fortalecimiento de esta zona. - Contribución al medioambiente
Orinar en la ducha ahorra agua. Cada vez que usamos el inodoro, se desperdician entre 6 y 12 litros de agua potable. Al realizar esta acción mientras nos duchamos, eliminamos la necesidad de una descarga adicional, lo que a largo plazo puede representar una reducción significativa en el uso de agua.